Chile se ha posicionado internacionalmente como un país en camino hacia la transición energética, comprometido con una matriz más limpia y con el cierre progresivo de las centrales a carbón. Sin embargo, cuando contrastamos el relato político con los datos, las promesas parecen ir más rápido que las acciones.
En este análisis, reunimos información del Coordinador Eléctrico Nacional (CEN) sobre el consumo anual de carbón para el periodo 2017-2024, desglosado por empresa generadora, comuna y central termoeléctrica. Las cifras revelan que:
- Algunas empresas siguen manteniendo altos niveles de consumo de carbón, a pesar de los compromisos públicos de descarbonización.
- Persisten grandes disparidades territoriales, donde ciertas comunas soportan de forma desproporcionada el impacto ambiental de la generación a carbón.
- Varias centrales termoeléctricas siguen activas, consumiendo miles de toneladas anuales de carbón, resistiéndose al cierre definitivo.
Estas cifras no son sólo números: representan zonas de sacrificio, retrasos injustificados y una carga ambiental que siguen pagando las mismas comunidades de siempre.
La transición energética no puede seguir siendo una promesa abstracta. Requiere decisiones políticas valientes, regulación efectiva y un enfoque de justicia socioambiental que priorice a las personas y territorios más afectados.