Publicado originalmente en “La Tercera”
Señor Director:
Las recientes declaraciones de los candidatos presidenciales Evelyn Matthei y José Antonio Kast durante el debate en Puerto Montt, donde instaron a las salmoneras y a quienes viven del mar a no dejar que las ONGs sigan “frenando” la industria y el desarrollo, no solo resultan injustas, sino profundamente peligrosas.
Las ONGs —incluyendo a las ambientales de la que soy parte— no nos oponemos al progreso. Lo que sí exigimos es que progresemos con responsabilidad. Quiero un país que avance tanto como ellos y quiero que lo haga de manera sostenible.
A los dos días del debate, el 24 de julio, el planeta entró en sobregiro ecológico: hemos consumido más recursos naturales de los que el planeta puede regenerar en un año. ¿No es esto una señal de alerta suficiente para que nuestras futuras autoridades prioricen el equilibrio entre la economía y el medioambiente?
Ante esta emergencia, me preocupa que aspirantes a la presidencia vean en la defensa ambiental un obstáculo. Más bien, deberían ver a las ONGs como aliadas fundamentales para corregir las brechas que el Estado no ha sido incapaz de abordar: ya sea protegiendo humedales, promoviendo energías limpias o educando a nuevas generaciones sobre la riqueza de nuestro entorno.
Necesitamos que la política entienda que la sostenibilidad no es un freno, sino el único camino posible para seguir avanzando.
Atentamente,
Felipe Fontecilla Gutiérrez
Encargado de Desarrollo Organizacional ONG Uno Punto Cinco.